Teorema, Pier Paolo Pasolini, 1968 |
Hay que inventar
nuevas técnicas...
...imposibles de reconocer...
...que no se parezcan a ninguna
de las ya existentes...
...para evitar la puerilidad
del ridículo...
...y para construirse
un mundo propio...
...sin confrontaciones
posibles...
...para el que
no existan juicios previos...
...sino que deban ser nuevos
como las técnicas.
Nada debe indicar
que el autor no vale nada...
...que es un ser
anormal o inferior...
...y que como un gusano,
se retuerce para sobrevivir.
Nada debe interpretarlo
como un pecado de ingenuidad.
Todo debe parecer perfecto...
...y basado en
reglas desconocidas...
...y por lo tanto
cuestionables...
...como los locos.
Sí, como los locos.
Cristal tras cristal, puesto que
no sé cómo corregir nada...
...y no debe notarse nada...
Al pintar un signo
sobre un cristal...
...lo corrige
sin mancharlo...
Un signo que ya se había pintado
antes sobre otro cristal.
Pero no debe creerse...
...que se trata del acto
de un incapaz...
...de un impotente.
La elección
debe parecer segura...
...sólida, fundada
y casi prepotente.
Nada debe hacer dudar de que un
signo triunfa "por casualidad".
"Por casualidad"
es algo horrible.
Cuando un signo
triunfa de milagro...
...hay que protegerlo
y conservarlo inmediatamente...
...como una reliquia.
¡Nadie debe darse cuenta!
El autor es un pobre idiota,
muy mediocre.
Vive preso del azar
y del riesgo...
...humillado como un crío.
Su vida se reduce
a la melancolía y el ridículo.
Se degrada a sobrevivir
por la ilusión...
...de haber perdido
algo para siempre.